Como todos los miércoles de café, siempre guardo este día para hablar de temas mucho mas personales y de sentimientos mas profundos, y ahí un tema en especifico que lleva, para ser sincera,varias semanas dándome vueltas en la cabeza. Este es el caso de Amanda Todd. Muchos de ustedes deben saber de esto ya que fue un vídeo viral en YouTube, titulado My Story: Struggling, bullying, suicide and self-harm. Para aquellos que no conozcan el caso les cuento un poco.
Amanda Todd fue una chica de 15 años que se suicido el 10 de octubre de 2012, luego de ser victima de acoso y Cyberbullying. Es cierto que cometió errores como cualquier otra persona los puede cometer, pero, en mi humilde opinión, los peores errores no fueron cometidos por ella sino por las personas que se sintieron con la libertad de juzgarla e incluso desearle la muerte por las situaciones por las que ella había pasado. No hay poder en esta tierra que dé el derecho de hacerle la vida miserable a una persona que comete un error. Es cierto que todas las personas que subimos nuestras opiniones a la red, no solamente en blogs o como youtubers sino también en las redes sociales, nos vemos expuestas a cualquier tipo de comentarios por parte de las personas que no estén completamente de acuerdo con nosotros. Pero creo que hay una gran diferencia entre no estar de acuerdo con una idea, y acosar a una personas con comentarios malintencionados hasta el punto de llevarla a cometer suicidio.
La muerte de Amanda Todd ha traído conmoción de parte de los dos extremos de la muerte de una persona por suicidio, aquellos que se sienten acongojados por el hecho de que la pobre chica haya tomado esa decisión, y aquellos que sienten que no tiene tanta importancia el hecho de que ella haya llegado a la conclusión de que lo mejor era quitarse la vida.
El primer extremo tiene como ironía el hecho de que esperamos a que este tipo de tragedias pasen para intentar hacer algo al respecto. Una de mis canciones favoritas, If i Die Young by The Band Perry, dice "es gracioso como cuando estas muerto la gente empieza a escuchar" y es algo bastante real. En vida las personas no causan tanto impacto como lo hacen luego de dejar nuestro mundo. Nunca han visto a una persona hablar mal de otra durante su funeral, porque es a la hora de la muerte donde todas nuestras buenas cualidades salen a la luz, cuando ya no importan. Fue precisamente eso lo que paso con esta chica. Luego de que murió aquel 10 de octubre es que todos empezaron a dejar comentarios como "descansa en paz, Amanda. No al Cyberbullying" pero ella ya no esta entre nosotros para apreciar todo el apoyo que ahora le muestran. Lamentablemente no podemos hacer mas que cambiar nuestra forma de actuar y de pensar, y aun cuando con Amanda ya sea demasiado tarde, cambiar aunque sea un poco siempre es un comienzo.
En el otro extremo se encuentran las personas que piensan que fue estúpido de su parte que ella haya tomado esa decisión, pero tampoco la podemos juzgar por esto, porque cada persona afronta su dolor de maneras diferentes. yo soy del tipo de persona que piensa que suicidarse es una forma de rendirse, porque la vida es difícil y dejamos que ese miedo nos gane. En esos momentos en los que sentimos que todo esta por terminar siempre necesitamos a esas personas que nos recuerdan que vale la pena seguir, que todo va a mejorar, que Dios solo nos dobla hasta un punto en el que no podamos rompernos y que vale la pena continuar. la diferencia con el suicidio de Amanda, y el de muchas personas que son víctimas de bullying, es que ella tuvo todo eso, un nuevo comienzo y una nueva escuela, pero las personas que ya la conocían no dejaron que ella comenzara de nuevo. Le hicieron la vida miserable hasta el último día de su vida, ¿para que? ¿que ganas con torturar a una persona hasta el punto que se quite la vida?
Hace un par de días leí un comentario en uno de los vídeos acerca de Amanda que decía: "Claro, olvidémonos del hambre en África porque una niña blanca decidió suicidarse.", y por mi muy paciente política de si no tienes nada bueno que decir no lo digas, no escribí nada de vuelta. La vida de ninguna persona es mas importante que otra, fuimos creados iguales y todos vamos a morir, el mundo es injusto porque el hombre lo hizo así pero ningún problema tiene mas peso que otro, ninguna vida tiene mas peso que otra.
No se equivoquen, el estado emocional de una persona no es algo que se toma a la ligera, una cosa es jugar con un amigo, llamarte nombres con tus amigos, y otra es meterte con una persona con el único fin de ser cruel. Llamarle fea a una persona no te hace mas linda, llamarle gorda a una persona no te hacer ver mas delgada, llamarle zorra a una mujer no te hace mas santa, y definitivamente desearle la muerte a una persona no te compra mas tiempo en esta tierra.
Para terminar solo me queda decir que considero lo que le paso a Amanda y a todas las persona que han visto el suicidio como una forma de escape al acoso al que se ven sometidos todas los días, es una tragedia real. No le deseo el mal a las personas que los llevaron a tomar esta decisión porque ellos encontraran su final de la forma que Dios decida y yo solamente soy otra persona. Para todos aquellos que estén pasando por problemas similares, quiero dejarles dicho que pueden contar conmigo, si necesitan una persona con la cual reír, llorar o simplemente hablar aquí estoy. Déjenme algún mensaje en mi e-mail o en algunas de mis redes sociales y con gusto les contestaré.
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